SOMOS PECES

navegando entre olas

hay tanta agua para gozar

y nosotros ciegos

mojados por la vida

nadando sin sentir la humedad.

 

 

 

ESTOY CANSADA DE ENHEBRAR EL AGUA

los sueños no superan la realidad

y agonizo junto a mi cadáver

que se levanta a media noche

para mirar si aún respiro.

 

 

 

 

DE TANTO MIRARME

he borrado

a la que soy.

 

 

 

 

TENGO MIEDO

alguien vive

dentro de mi

soledad.

 

 

 

 

CUANDO CAMINO A SOLAS POR MI CUERPO

Encuentro un manojo de huídas

Archivadas en mis pómulos

Unas tres profecías pendientes

Y un Apocalipsis a punto de estallar.

 

 

 

 

SUEÑO REAL

 

Corre desesperada sin avanzar

siente miradas pero no hay ojos

que puedan observarla

aunque va desnuda corriendo.

 

Se quiere esconder,

no hay refugio que la proteja

ni siquiera su sombra la cubre.

 

Es medio día y corre desnuda

por la calle principal

hay tantos que la pueden mirar,

reconocer, y ella sin nada

exhibiendo sus partes íntimas

a pleno sol.

 

Corre temerosa, avergonzada

quiere pedir una prenda de ropa

quiere cubrirse, ocultarse,

ocultar su desnudez.

 

Un grito –piensa-

Me ocultaré en un grito

y grita

Y gritando despierta.

 

 

 

VIDA FUNERARIA

 

He de morir de cosas ausentes,

de un exceso de silencio,

de lluvias petrificadas,

saltando dentro de la casa,

de una enfermedad o accidente.

 

He de morir otra vez

Sola

cruzando la herida

lamiendo la herida

Sola

como cualquier animal

como todo animal.

 

He de morir Sola

a pesar de la ciencia

he morir Sola

mirando hacia adentro,

y con la misma incertidumbre

de aquella mujer abandonada

por la tribu.

 

 

 

PUÑAL DE VIDA

 

El televisor está prendido, la lluvia ...

... La lluvia descansa en la estufa encendida. 

Hay calor en esta casa pero tu ausencia continúa abrazándose al otoño que despierta en mí

algo parecido a un gemido perdurable.

 

Sí, me abrigo con tu ausencia.

Escampada espero ése otro frío que se prolonga

como siempre

hasta que el sol despierta este húmedo silencio. 

 

Y exploto llena de cenizas, sin fuego, sin llama,

Exploto

Mientras llueve en la mesa fría y el frío se extiende sobre esta carne que ya no es carne y no tiene cuerpo

Donde aferrarse.

 

Me diluyo.  Me engendro en sangre quebrada.

soy  toda pedazos envuelta en un vacío.

Toda triturada.  Toda sol y lluvia y frío

 

La trinchera está cerrada,  el único cadáver es el mío, cadáver que nunca muere y respira entre infiernos asegurados y paraísos superficiales.

 

Hay olor a madera…  Llueve pino, eucaliptus,

llueve madera seca en el bosque de esta mesa,

mientras me suicido en el vuelo de una hoja recién caída

y soy relámpago y caigo sobre mi propia piel

y soy trueno que se llueve sobre tu ventana cerrada

y soy tu hija y no abres

Vida.

No abres

No abres la puerta

 

 

(c)  SILVIA RODRIGUEZ BRAVO

 

Silvia Rodríguez Bravo, Poeta nacida en San Javier, Chile.  Comienza su oficio literario en el Año 1992 Es incluida en el libro “VOCES EN LA CIUDAD”, poemario editado en conmemoración por los 250 años de la ciudad de Talca.  Ha publicado los libros:  “ENTRE LA POESÍA Y YO”. “VERSOVULOS”  “PROFETA DE BARES” y “DESPERTAR CONFUSO”

 

Ha sido incluida en los siguientes libros de creación colectiva:  “Entre Cuento Y Cuento”. “Poetas Del Maule”, “Travesia Por El Rio De La Niebla”.

 

En Madrid España, El centro de Estudios Poéticos la incluye en las siguientes antologías “Primavera Eterna” y “Penumbras y Sombras”

 

Año 2003 Participa con su ensayo “DESPERTAR DE UN SILENCIO” sobre literatura latinoamericana en la Jornada Mujer y Literatura, Seminario celebrado en Huesca-España.