Allen Ginsberg - Un Supermercado en California













El poema de Ginsberg que va a leerse fue escrito en los 50as. La particularidad del mismo se encuentra en el argumento desarrollado a partir de la figura de Walt Whitman, así como en el uso de la prosa poética de este último.

Para algunos críticos el hecho de que Ginsberg haya elegido como estilo de composición las largas líneas de la escritura proveniente de Whitman, apareció como resultado de considerar la posibilidad de experimentar con ella; cosa que Ginsberg llevaría a cabo con frecuencia,poco después del primer ejercicio llamado "Un supermercado en California"

 El haber optado por tal método de composición jugó a favor de la estética del poema, porque al leerlo uno se desliza por él en profundidad, empujado por su dinámica interna.

 Los personajes encargados de darle ese color serian Ginsberg, Whitman, Federico Garcia Lorca.

 El elemento común en los tres es la homosexualidad. Ella es utilizada para establecer contrastes con la heterosexualidad:

 ¨ ¡Todas las familias de compra por la noche! ¡Los pasillos llenos de esposos! Las esposas en las paltas, niños en los tomates! ¨

 Pero tambien para dar una idea de dos América: la de Whitman / Ginsberg. Las dos Américas manifiestan el contraste entre ellas .

 ¨ ¿Quien mató las costeletas de cerdos? ¿A qué precio las bananas? ¿Sos mi ángel?¨ pregunta Whitman revelando su pertenencia a otra esfera del tiempo; tiempo en el que no se presentaban las costeletas de cerdo en la góndola de un supermercado porque estos aun no existían

 




 

Allen Ginsberg - Un Supermercado en California

 

 

 

 

 

Qué pensamientos tuve de vos esta noche Walt Whitman al caminar por el costado de la calle bajo los árboles, mientras miraba la luna llena con el dolor de cabeza producido por la autoconciencia

¡En mi fatiga,  hambriento por comprar imágenes, entré en el supermercado de frutas de neon soñando con tus enumeraciones! ¡Qué duraznos y que penumbra!

¡Todas las familias de compra, por la noche! ¡Los pasillos llenos de esposos! Las esposas en las paltas, niños en los tomates! - Y vos, García Lorca ¿qué hacías entre las sandías?  Te vi, Walt Whitman, sin hijos; sucio, viejo y solo; hurgando entre las carnes de la heladera  y ojeando a los muchachos del supermercado. Te escuché hacerles preguntas a cada uno: ¿quien mató las costeletas de cerdos? ¿A qué precio las bananas? ¿Sos mi ángel? Vagabundee entre  las pilas de latas siguiéndote y siendo seguido en mi imaginación por el guardia del almacén. Caminamos  a pasos agigantados por el  abierto corredor probando en nuestra solitaria fantasía el alcaucil, poseyendo cada manjar congelado sin pasar jamás por el cajero ¿Adónde iremos Walt Whitman? La puerta cerrará en una hora ¿Hacia qué camino apuntara tu barba esta noche? (toco tu libro y sueño con nuestra odisea en el supermercado y me siento absurdo) ¿Caminaremos toda la noche a través de las calles solitarias? Los árboles le añaden sombra a la sombra, las luces están apagadas en las casas, estaremos ambos solitarios. Daremos un paseo  soñaremos con la perdida América del amor mas allá de los azules automóviles que están en la calzada hasta llegar a casa, a nuestra silenciosa casa de campo.

Ah, querido padre, anciano, solitario y viejo maestro del coraje ¿Qué América tuviste cuando Caronte dejó de impulsar su barca y vos la abandonaste en una humosa ribera y permaneciste viendo el bote desaparecer en las negras aguas del Leteo?

 

 



A Supermarket in California

 

 

What thoughts I have of you tonight, Walt Whitman, for I walked down the sidestreets under the trees with a headache self-conscious looking at the full moon. In my hungry fatigue, and shopping for images, I went into the neon fruit supermarket, dreaming of your enumerations! What peaches and what penumbras! Whole families shopping at night! Aisles full of husbands! Wives in the avocados, babies in the tomatoes! --and you, García Lorca, what were you doing down by the watermelons? I saw you, Walt Whitman, childless, lonely old grubber, poking among the meats in the refrigerator and eyeing the grocery boys. I heard you asking questions of each: Who killed the pork chops? What price bananas? Are you my Angel? I wandered in and out of the brilliant stacks of cans following you, and followed in my imagination by the store detective. We strode down the open corridors together in our solitary fancy tasting artichokes, possessing every frozen delicacy, and never passing the cashier. Where are we going, Walt Whitman? The doors close in a hour. Which way does your beard point tonight? (I touch your book and dream of our odyssey in the supermarket and feel absurd.) Will we walk all night through solitary streets? The trees add shade to shade, lights out in the houses, well both be lonely. Will we stroll dreaming of the lost America of love past blue automo- biles in driveways, home to our silent cottage? Ah, dear father, graybeard, lonely old courage-teacher, what America did you have when Charon quit poling his ferry and you got out on a smoking bank and stood watching the boat disappear on the black waters of Lethe? -Berkeley

 

 

introducción y traducción Raúl Racedo - Todos los derechos reservados ©