SEPULCROS EN EL MAR
Se nos hizo mar
el recuerdo de las flores
que esparcíamos en la playa.
El rezo de orfandad
que dejaron los náufragos
que nunca volvieron
nos convoca
Vamos en procesión
con las flores en las manos
-cual serafines de luz-
bajo la mirada atenta
de las gaviotas
que acompañan la ceremonia.
TRAVESURAS
Probábamos el vino en la iglesia
mientras nuestras madres la limpiaban
Subíamos al tanque de agua
para saludar a las palomas
y desafiar al viento
Una ramita de tamarisco
dolorosa, por cierto,
era el castigo por las travesuras.
Una y otra vez
volvíamos a cometerlas,
pues el efecto de la ramita
era rápidamente olvidado.
Pero la alegría
de la travesura compartida
generaba esa complicidad
que nos regresa siempre
a las felices avenmturas de la infancia.
(c) MARIA DEL CARMEN BARRIONUEVO
( de"Bitacora de Recuerdos"- Calles
invisibles- escrito junto a Vanina Suárez)
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