EUGENIA CABRAL
HUNDIR
lágrima de oro en
carne de hermosura
La tristeza cae igual a sí misma Agua
de agua
PESADO ABISMO entre las flores (bubble gum y estiércol,
olor dulzón, acre, eh ! no veo nada, la cabeza me va creciendo en el
interior de una placenta de polietileno, dejen de agiytar esa bandera,
estreno el ombligo, bijoux de oro y plata), amante es una palabra de
género neutro,
SOLO
tus manos trazaban el
aura; ese cisne y ese colibrí que miran por el rabillo del ojo están
absortos en el sexo;
de las siete diademas una era el amor
que has tocado, paranoico,voilá
AIRE
ROSA MISTICA, Torre de
David, jugando con piedrecitas sobre baldosas recalentadas por la
siesta, el gran frescor del jazminero es hondonada secreta, el barco
mueve las aguas del horizonte, pero sigue aquí, cabeza baja, el juego
transita por la cólera a causa del barco- que no cesa de mover el
horizonte-; no has venido a mí (más malvado que Dios, el que siempre
está mirando)
ESTRELLA DE LA MAÑANA
Altas van las voces de los
pastores, las criollas vencen el maíz en ondas tardes cerriles; el
pueblo desciende el límite entre la luz solar y los ramajes (imagino
caminar por sus calles tomada de tu mano), tu pelo va -fatigado- del
wisky a la ceniza, un pañuelo ventrílocuo del remolino se enreda en
mi zapato, humo de leña ragante;
los pechos se intensifican a
medida que voy soñando
TORRE DE MARFIL
Casa de Oro, Príncipe
sin tenedor ni mouchoir, Medievo, la rosa roja -prohibida por el eco de
los pasos de mi padre- bebe polvo de plata lunar, afrodisíaco,
la entierro bajo mis faldas, exequias lunares, florales, me lastimo las
piernas hasta creer que he dejado de ser virgen
MAGO DOS VECES
Hijo y nieto de hechiceros
es el poeta
Lee
en el fuego muerto
la primera intensidad de la llama
Y adivina su rostro
en el más oscuro espejo
CARTA
FECHADA EN VIERNES,DIA DE TRASMUTACIONES MAGICAS
En esta gris colgadura de viernes, huele a agua de lluvia
conservada en cántaro de arcilla
He acariciado la fotografía de mi madre, su collar de
vidrios, he caminado por
el patio hasta develar la razón de esta inquietud como se
descubre un párrafo asombroso.
Urge preguntarte si las manos del poeta son hermafroditas…
Mi mano masculina ama los impulsos de la mano femenina, su
exasperante ansiedad,
su olor a flores.
¿Habrá de percibir algún amante polisexuales furias y
voluntades ?
¿Cuántos sexos tienen las manos, los ojos, que hormona
vitaliza la filosofía ?
Cuando éramos muy jóvenes el sexo era cosa de camaradas
Nuestra muerta canción nos instigó a pedir disculpas.
Hay una larga fila de mendigos aguardando a la orilla del
mar
Tengo miedo, te confieso, de formar fila en la playa
buscando en mi sombra el espejo del ser.
Toma por favor esta carta, cuando la leas, entre tu mano
de morir y tu mano de existir.
EUGENIA CABRAL
CORDOBA
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