En torno a “Documentales. Entrevistas a escritores argentinos”, Tomo II, de Rolando Revagliatti

 

 

Por Roberto Cignoni

 

 

    Aquí se escuchan tus ecos perdidos, tu sinfonía en el estupor cotidiano, tus pasos hacia el comienzo de las cosas.

 

    Aquí el riesgo que emanan tus visiones se hermana al júbilo de un gesto inviolable, los días en comunión con la irrebatible promesa.

 

    Aquí tus brújulas quebradas se ofrecen al viaje de cada aventurero, una licencia para los íntimos afanes en el sueño inacabado.

 

    A través de estas líneas labran tus voces los baldíos del tiempo, para que, de la cruda lucidez a la desolada crisis, obre la claridad del puro acontecer.

 

    Sobre estas páginas, desde estas notas, flamea tu escritura de la tierra al relámpago -y por todo recibo celebran las fuentes un verdecer de alientos.

 

    En los atajos de cada respuesta, solícita, libra tu intimidad la urna de laurel o el vientre de áspid, tensión en movimiento a la par de tu abandono.

 

    De una razón a un extravío arrecian tus lejanías y tus desplantes de fronteras, un libro de horizontes o un despertar de auroras sobre la vida cercada.

 

    Al calor de lo incierto en cada cita ferviente, convocas los vientos que hacen rodar las imágenes, enhebras tu don a la magia peregrina.

 

    Aquí ofreces las formas de un saber sin leyes, el dominio de un prodigio diferente para todos, la luz de un misterio que se revela sin buscarlo.

 

    Aquí tu conciencia se ofrece a los juegos que el imprevisto arroja, hasta confiarte al instante con semblante nupcial.

 

    Aquí saludas a las olvidadas orillas del mundo, mientras el horizonte entreabre sus párpados y te convida el amanecer.

 

 

    Oh poeta, en las salvas de una y cien entrevistas, impulsas por tus infinitos rostros la respiración de una belleza incierta, la palabra que entre ardor y misterio arremolina el relámpago en el centro de la noche.

    Cada aliento es para ti una travesía, cada imagen una estación inaudita, cada acento el impulso de un ritmo incorruptible.

    Tú alumbras al calor de estas confidencias el claro insobornable donde se extiende tu país.

 

 

    Y para aquél que asiste la apertura por la que vuelves a desplegarte, el alba íntima con que todo sacrificado desvelo agradece a sus donadores.

 

    Por Rolando Revagliatti lo que en cada uno de nosotros se vuelve de todos.

 

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Roberto Cignoni nació el 25 de septiembre de 1953 en Buenos Aires, ciudad en la que reside, la Argentina. Codirigió con Jorge Santiago Perednik la revista “XUL, signo viejo y nuevo”, desde 1990 a 1994. Colaboró de manera permanente, a través de poemas y artículos críticos, con las revistas “tsé-tsé” y “Tokonoma”, y de modo alternativo con las revistas “Maldoror”, “Los Rollos del Mal Muerto”, “Dimensao”, “Graffiti”, “Último Reino”, “El Surmenage de la Muerta” y otras. Fue incluido, por ejemplo, en las antologías “Nueva poesía argentina durante la dictadura (1976-1983)”, compilada por J. S. Perednik, 1992; “La erótica argentina (1600-1990)”, compilada por Daniel Muxica; “The XUL Reader (An Anthology of Argentine Poetry, 1980-1996)”, editada por Roof-Books, New York, Estados Unidos, 1997; “Triantología de la poesía argentina, brasileña y peruana” en la revista “Homúnculus”, 2004; “200 años de poesía argentina”, compilada por Jorge Monteleone, 2010, así como en los volúmenes “Poesía visual argentina”, con selección de Fernando García Delgado, 2006, y “Rastros de la poesía visual argentina”, con selección de Claudio Mangifesta, Hilda Paz y Juan Carlos Romero, 2014. Publicó los poemarios “Margen puro”, 1982; “Resplandores”, 1985; “28 poemas, 1987; “Nevada y estrella”, 1992; “Ceros de la lengua”, 2001; “La tempestad”, 2012; “Flexión de la luz”, 2017. Y en dramaturgia, escribió las piezas “La venida de Godot” y “Tosco: cinco escenas y contraepílogo”.