¿ quién nos detendrá después de haber cambiado la ruta de estos días ? mis pasos y los tuyos muchacha descalza que recibes la primavera sin palabras y recuerdas el ayer cuando niños que estaciones no fueron luminosas a nuestra manera aún sin pieles y el silencio del otoño devorándolo todo
era el tiempo de la inocencia y sólo la voz de papá desde la lejanía nos espantaba nuestra casa de adobe y carrizo sin ventanas donde prolongar el infinito
yo corría entonces por ese puente de luz tras el juego de los peces sin sombra y aunque no quisiera que esta noche el alma se me caiga desde el fondo de mí mismo aléjate de mis brazos y no tiembles en el cuarto donde yo también hubiera enloquecido Igual que Hilario que amenazó la eternidad con una gran campana y este vaso de vino amargo como la despedida es necesario
si prefieres el sol otros cantos que no hagan que la vida pierda el ritmo ni las flacas cosechas arrebatadas al invierno nuestra última esperanza ruede de esta a otra mano inútil
para no ser barro ni estiércol ni menos los otros que invadieron tu mirada con el propósito de hurtarnos las estrellas del ocaso y/o el paraíso estoy en las huellas de tu vida dándote mi ser que es un camino interminable
no es difícil repito llegar a la cima del estío para sentir el universo en la garganta
JESÚS CABEL
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