A MI DEMONIO Buscar lo que hace mal y perseguirlo como el adicto a la droga que lo ata vuelve costumbre la adicción que mata porque cuando a la sangre ha seducido ya no encuentra la vida otro sentido. Sé que viene la muerte junto a ti que camina muy cerca de tu mano y le has dicho que es fácil conseguir el alma contaminada con tu grano. Yo he de morir más tarde que temprano no me haces tú más débil sino fuerte para luchar contra todos y tenerte para olvidar que no eres ser humano. Perdí la casta, la vereda y el camino hice a un lado el cariño más genuino me arrastró la corriente de tu sangre y soy feliz con la herida que me arde. No quiero olvidar la imagen que recuerdo de la noche en que me hiciste a tu medida donde cupieron promesa y despedida donde firmamos la disputa y el acuerdo. Vuelve a matarme pues no lo conseguiste vivo en el mundo absurdo que me diste como vives tú contemplando la miseria, la sed y el hambre que sacian tu soberbia.   CHÉ Van a pasar los días como pasaron los años, van a volver los recuerdos como las lunas de invierno seguiremos caminando entre la lluvia y el tiempo los pies sobre arena y piedra las manos cortando el viento. Regresarán los amigos inventaremos la fiesta encenderemos la hoguera para iluminar tu ausencia. Se quedarán las sonrisas dibujadas en la cara. No hay tristeza en tu recuerdo, nunca nos dejaste solos. A fuerza de tanto amarnos te aprendimos de memoria. No hay camino sin tu huella ni suceso sin tu historia. Entre todas tus palabras ninguna que desentone todas fueron oportunas como en el blanco tus flechas. La riqueza fue en tus manos la defensa de un hermano el devenir, la prudencia la muerte, algo esperado. Pocas cosas te asustaron: las masas adormecidas los tiranos embriagados las madres enmudecidas los niños olvidados. Van a pasar los días como pasaron los años seguiremos en la lucha los que por ti despertamos.   LEGADO Del sol una caricia De la luna un rayo de luz De mis entrañas un hijo De mi gran amor un suspiro De mi locura las páginas de un libro. De los caminos andados las sonrisas recogidas De mis renuncias las lágrimas entristecidas De mis heridas la cicatriz Del sudor de mi frente la satisfacción de cumplir. Devuelvo a la tierra el cuerpo desnudo que envejeció conmigo. Y a la muerte que se aproxima le arrebato el misterio de la vida.   (c)PATRICIA ROMANA BÁRCENA MOLINA [México-1952]

 

 

 

RELATOS DE PATRICIA ROMANA BARCENA MOLINA