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CRUZ Y MILAGRO
Hay una cruz y hay un milagro.
De un lado una cruz
del otro un milagro.
De un lado un trueno
del otro un grito ahogado.
Tal vez un milagro,
tal vez solo un secreto
muy bien guardado.
De un lado un cielo
espléndido y bendito.
Del otro la tierra
en sombras escondida.
Cielo y tierra se abrazan
como el milagro y la cruz.
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EL TIEMPO Y LA VIDA
Coro de voces, estela de colores;
Hojas caídas en largos caminos.
Es el tiempo… es la vida…
Nada es tan gratis como el tiempo,
ni tan larga o corta como la vida.
Lluvia de emociones en risas y llantos.
Miradas perdidas, miradas vacías;
Pero también la magia de la espera
en los ojos que brillan con ilusión.
Renacer, día a día, como estrellas,
como el sol que ilumina sin pedir,
sin nostalgias, sin promesas…
Ayer, hoy, mañana, momentos nada más,
que se dan las manos fusionándose.
Al inicio el temblor de pasos pequeños,
al final, lentitud y cansancio.
En el medio historias de vida
que vienen y van.
Colores mezclados en la sombra y la luz,
colores que riegan el alma
cuando las estaciones pasan
sin dar marcha atrás,
aunque el reloj, ya con poca energía
insiste en girar una y otra vez.
Se pausan los sonidos, se ajan los recuerdos
Se alejan las penas reduciéndose la espera.
Es el tiempo… es la vida…
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BLANCO Y NEGRO
Blanco y negro es todo lo que hay,
nada hay en el medio,
nos engañaron muchas veces.
Blanco y negro y nada más.
Extremos opuestos o tal vez no.
Solo se complementan
para mostrar la realidad.
Blanco y negro en distintos tonos
para quienes quieran mirar.
La luna en la noche
nos muestra la verdad:
Blanco y negro y nada más.
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QUÉ PENA…
Qué pena que no sepa de sonetos,
de versos alejandrinos y otros tantos.
Qué pena que apenas pueda intentar
expresar en versos la emoción sentida.
Sé que de poeta no tengo nada,
que la rima y su belleza no viven en mí.
Escribo poesías dibujando paisajes
que a los ojos ajenos muestren un día
los colores del cielo y el mar,
los latidos del corazón y la sonrisa serena,
el dolor del cuerpo y la sombra que deja.
Paisajes en palabras que gritan para despertar
o callan para consolar y acompañar.
Qué pena que tantas cosas no sepa,
apenas si dibujo letras esperando encontrar
algunos ojos que lean, aunque no sepan,
que en ese libro de cualquier color
dejé mi alma encendida para no morir.
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VENTANA
Aroma de café a través de la ventana,
prisionera entre barrotes se ve.
Comparte su negro color con el aire
y la profunda fragancia del café.
La ventana limita el espacio
mientras las agujas bailan en el reloj.
Se pierde la dimensión real
en la ventana que ya no está.
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TORMENTA
¡Que no deje de llover!
Que no deje el fino hilo de agua
de mezclarse con las lágrimas.
Solo así se disimula el llanto.
Que no huyan los truenos,
solo así el grito se apaga.
Tormenta cómplice:
En esta tarde gris y opaca
¡Cuánto valoro tu amistad!
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HERIDAS ABIERTAS
Creo que mis visiones superan las convicciones,
creo que el camino se llena de conjeturas falsas.
El aliento se aleja de la desesperanza
mientras disfrazo de ignorancia mis sueños.
Tiembla mi pensamiento en las sombras,
están podridos los restos repartidos en la calle.
Mientras pedazos de cielo caen perdidos
los versos hoy quedan sin memoria.
La sangre alborotada empapa y enluta,
lentamente la cordura pierde la razón
y el polvo cubre cualquier rastro escondido
dejando cicatrices de heridas al descubierto.
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PROMESA DE VERANO
Volverás en una tarde de enero
ese enero arrogante y soberbio
que quema hasta las esperanzas.
Y yo estaré esperando bajo la sombra
del mismo árbol encantado.
Volverás y la playa nos verá de nuevo
sin huellas en la memoria.
Se ahogarán los días en nuestras manos
unidas hasta el cansancio.
Si el viento y la lluvia nos visitan
sabrán del calor de nuestros cuerpos.
Sabrán de la sed del verano.
Volverás, sí volverás.
¡Fue una promesa de verano!
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INTERROGANTES
Descifrando sonidos que entran por la ventana,
recostada incómoda en la vieja cama
pensando en la grandeza de los templos
y las pobrezas de las calles.
¿Qué pasará con las sombras
cuando el día se asome?
¿Qué pasará con las calles y sus voces
cuando mis ojos y oídos se cierren?
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SIN ALMAS
Muchedumbre
por las calles
y ante tantos suspiros ningún alma.
Cuerpos inquietos, ansiosos
en calles ruidosas y ardientes.
Ojos vacíos en veredas y asfaltos
y ante los suspiros ningún alma.
Dónde quedaron las alas
que alguna vez supimos tener.
Dónde quedaron los sueños
de los padres que nos soñaron.
Era un mundo joven entonces,
hoy viejo y cansado está.
Muchedumbre por las calles,
entre ellos voy yo, ningún alma
ni siquiera la mía va.
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MIENTRAS DIOS DUERME LA SIESTA
Mientras Dios duerme la siesta
huyen los duendes,
caen las marionetas,
los pecados calcinan
los bosques y las almas.
Mientras el hombre escapa
de leyes no escritas
la lluvia inunda ciudades,
las estrellas avergonzadas
en las nubes oscuras se ocultan.
Mientras el niño sonríe
llega la noche y lo duerme.
Canta una madre algún canto
sobre un plato vacío.
Mientras Dios duerme la siesta
el eco de la oración no escucha.
Despierta de tu dulce sueño, ¡despierta!
ya no es siesta en este huso horario
ya no es siesta de esperanza
mientras late el campanario.
Mientras el mundo revuelto
perdió a la humanidad en un partido,
la mano del ángel me lleva
junto a Dios a dormir la siesta.
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UN MENDIGO
Un mendigo soy de los no saben pedir
de los que esperan sin hablar
aun sabiendo que es un riesgo callar.
Un mendigo que sonríe a los demás
y en sus ojos solo vive soledad
Un mendigo con mañanas de sombras
y noches eternas de oscuridad,
que baila al son de una música
que de él no tiene piedad.
Un mendigo sin refugio ni identidad
cansado de ver las horas pasar
más rápido que su posibilidad de cambiar.
Un mendigo que busca pausas en caminos
de atardeceres sin memoria.
Que espera que la vida cruel e injusta
le devuelva su perdida dignidad.
(c) NILDA BEATRIZ SENA
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