“Las
enseñanzas de la hija adoptiva del cura y de la profesora de psicología
para sus nuevos compañeros de clase“
La
psicóloga Alice Ţârcovnicu miraba curiosa la pantalla del ordenador
portátil, leyendo el correo electrónico de María, su hija adoptada. La
adolescente olvidaba cerrar el correo electrónico de su ordenador.
La mujer estaba contenta de poder conocer más sobre su hija adoptada, la
persona que había cambiado por completo su vida de familia. Sin su
existencia habría arruinado su vida, incluso su comportamiento con los
alumnos, líderes de la enseñanza
del colegio, en el que ella trabajaba desde hacía muchos anos.
María parecía ser un enigma indescifrable, no solo para ella, como
psicóloga, sino también para otros adultos.
- “¡Dios!, ¡`Señor
!que palabras pornográficas! –exclamó la mujer sorprendida.
¿Dónde
habrá mi hija aprendido a hablar así? De hecho yo no lo hago. En nuestra
familia no utilizamos esas palabras, ni yo, ni mi marido, ni mis hijos.
Su madre biológica era una prostituta, que frecuentaba a muchos hombres,
le hicieron los hijos cada uno de estos hombres, vivía en un ambiente
promiscuo. Sin duda, la mujer había tenido un comportamiento indecente y
un lenguaje vulgar. Pero yo críe a María bien, le había enseñado
lo mejor
que podía.
¿Qué
influencia increíble tenía el factor hereditario? El dicho “la manzana
no cae lejos del árbol” demostraba en este caso, como una venganza.
¿Qué
imágenes había enviado a los hombres con los que ella hablaba en
internet? Yo creía que ella solo se desnudaba y caminaba así frente a
mis hijos y a mi marido.
¿Qué
diría un sacerdote sobre esto? Pobres Ilie, me dije cuando pensaba en
las posiciones de María. “¡Protégeme Señor
del pecado!”.
“Pero,
¿Qué
hace María cuando no estoy en casa? si ella se desnuda y envía fotos en
distintas posturas a los hombre por internet y ella les dice las cosas
que he leído.
¿Qué
harán los hombres de mi familia en casa? Cuando la adopté, sabía que su
madre era una mujer frívola, que iba con muchos hombres, todos sus
hijos, tienen un padre distinto. Pensé que si ella se criaba en un
ambiente diferente, educado, religioso y amante de la paz, como el
nuestro, el resultado sería positivo. El silencio en el seno de nuestra
familia desapareció, sin embargo, con la llegada a casa de María. En
este caso, se demuestra claramente la herencia, los rasgos heredados son
decisivos; el medio ambiente no tuvo ningún efecto sobre ella“ –dijo la
mujer enfadada.
- ¡María, ven aquí!
¿Qué
significan estos mensajes y estas fotos? –gritó Alice- pensé que eras
seria. Hice todo lo que querías, te he comprado todo lo que has querido,
sin importar lo caro que era. Mis hijos son mayores y nunca hablaron
así, nunca han causado problemas pero tú…
-
¿Qué
haces con mi correo electrónico? –gritó la adolescente con tono
acusador- has violado mi privacidad.
¿Qué
si mi padre es un sacerdote tiene que usar pañuelos
y besa reliquias? No soy vieja como tú. Soy joven y tengo que disfrutar
y entretenerme con los hombres. No tienes ni idea de cuantos fans tengo
en internet y por supuesto en la casa. Estás obsoleta, no tienes ni idea
de lo que les gusta a los hombres, no sabes en absoluto como dibujar a
los hombres.
La senora Ţârcovnicu había pasado de los cuarenta anos, pero seguía
siendo una mujer bella, rubia oxigenada, con la nariz y los labios
finos, con el rostro con un tono oliva y un cuerpo equilibrado. Parecía
incluso más joven que cualquier mujer de su edad. Nadie tuvo ante ella
esa crueldad. Con esa afirmación, María tocó un punto sensible. “¿Tanto
he envejecido?–pregunto de pronto ella.
Alice quería asesorar a la chica y de repente, ella era la única que
necesitaba ser consolada. “Si María lo dice, quizá lo sea. Puede que
Ilie cuando mira a María, se olvide de las cosas sagradas, cuando María
está caminando completamente desnuda por la casa y realizando unas
posturas increíbles, que revelaban sus más íntimas y profundas regiones.
Entonces la chica empezó a reír histéricamente, como si fuera a vengarse
de alguien. Pensó en la posición preferida de la adolescente, con una
pierna bajo la parte inferior, postura que le permitía mostrar sin pudor
sus intimidades, en la que se hizo numerosas fotografías, que había
expuesto descaradamente en Internet. “Me pregunto,
¿Quién
le ensenó esto? ¡La chica llevaba el pelo color rosa!, ¡ Mira lo que le
pasó en su cabeza! y les gustaba a todos los hombres Aunque no hubiera
visto eso, pero lo que escribía, hacía volverse completamente locos a
los hombres“.
Alice Ţârcovnicu pensaba como debía actuar como madre y psicóloga para
asesorar a su hija adoptiva, pero las cosas tomaron un giro inesperado.
“Esta chica sabe que decir perfectamente para manipular a todos”.
Ahora Alice necesitaba tener unas sesiones de tratamiento con un
psiquiatra. Tenía el problema con su hija adoptiva y ahora había
aparecido un problema mayor. “Debo tomar todas las medidas para mantener
a mi marido a mi lado”. Alice pensó preocupada. “Manana iré a un
nutricionista para mi, para tener una cintura de avispa, como la de
María. Tengo que competir, en mi casa con una adolescente. Me cree yo el
problema,
¿Quién
me obligó a adoptar? Es cierto que obtuve muchos beneficios de ello“. En
esta época, en que todo el mundo puede ir a la facultad y ser
licenciada, especialmente en psicología, sobre esta base, yo era
profesora titular de psicología sin concurso, con la simple
recomendación de que yo había adoptado. E Ilie había recibido cuando
terminó la carrera de teología, recibió una parroquia, que costaba como
un helicóptero. Por supuesto, que nos pagamos los puestos, al igual que
todos hicieron lo mismo en esta época. Yo había pedido préstamos a los
bancos, como el caso, que llegué a trabajar casi de forma gratuita.
Nosotros pensamos que sería fácil ser padres adoptivos, pero no fue así.
No era fácil, incluso para los que recibieron ninos buenos y sanos. Pero
por desgracia para nosotros, nos cayó una psicópata. El médico lo había
diagnosticado a María en una consulta reciente.
Alice se agitó tanto que necesito cambiar a María, de escuela donde ella
estudiaba. Las madres de los companeros de clase, a los que estaba
unida, preguntaron si el motivo del cambio de escuela de María era
porque los chicos la estaban acosando sexualmente. Las costumbres de
María de hablar de forma pornográfica y de desvestirse no tenían ningún
efecto sobre sus companeros varones. Ellos no estaban interesados en ese
aspecto. Ellos solo querían divertirse con los juegos del ordenador. Las
acciones de la chica solo afectaban a sus padres, que estaban en sus
casas, cuando María los visitaba sin ser invitada. Quizás debido a esto,
las mujeres entraron en pánico, estaban preocupadas más de las
reacciones de sus maridos, que de las de los hijos. Los padres estaban
muy contentos, encantados de las atenciones de la adolescente.
La chica era alta, medía más de 1,70 cm con tacones, su cara era de una
mujer de más de treinta anos, pelo negro, lamiendo el corte inferior del
cuello, con piernas largas y carnosas, con la cintura baja, bien
desarrollada. “Tiene que enseñársela
a los hombres” –pensó la profesora celosamente.
Con el fin de poder supervisarla, Alice decidió llevarla a la escuela,
donde tenía su trabajo, en un colegio. La llevó a la escuela, pero no
podía hacer más. Una profesora tuvo una gran idea; decidió que María se
quedase en el mismo centro, para recibir asesoramiento, dirigido por
Andrei, un colega, modelo de moralidad y líder de religión en la
escuela, para que la adolescente cambiase completamente su
comportamiento. Las cosas que había aprendido el companero de la chica,
estaban muy implantadas, más fuertemente, que cualquiera que él había
conocido hasta la fecha. Cuando los padres del niño,
descubrieron las imágenes, donde se veía un baile voluptuoso, sexo,
temblando, le pidieron a su hijo que se mantuviera alejado de María,
diciéndole al director del centro escolar:
- Destruirá a nuestro hijo, él nunca había hecho una cosa así, lo que ha
aprendido lo ha cambiado por completo.
La adolescente aprovechándose del hecho, de que su madre era profesora
del colegio, abusaba de esto. Los chicos de secundaria estaban
orgullosos de su amistad con la joven, la hija de la maestra. Los
mejores amigos fieles de María fueron reclutados de entre las chicas,
que se comportaban muy bien. María les explicaba y las asesoraba sobre
diversas cuestiones, que ellos no tenían ninguna noción y de lo que
nunca habían oído hablar. Eran cosas nuevas, que ejercían una atracción
irresistible y fuerte sobre ellos.
En realidad, cuando entró en el colegio, María se reunió por primera
vez, con los chicos revoltosos, sin disciplina. A ellos les encantaba el
comportamiento vulgar y desafiante, pornográfico de la chica. María
creía que era el tiempo de mostrar sus partes íntimas, como lo hacía a
los hombres, a través de internet. Ella pensó que los chicos estarían
encantados y que la admirarían por encima de todo, convirtiéndose en
dependientes de ella. Así podría hacer lo que quisiera con ellos. Pero
el efecto fue bastante diferente. Para los adolescentes su único
divertimento eran los juegos de internet. Sus risas desaparecieron
cuando vieron las fotos. Durante las horas de clase, uno a uno
recordaban una imagen, riendo en voz alta, hipando y otras relacionadas
con los chicos, que habían visto las imágenes. María enojada, gritó:
-¿Vosotros,
no habéis visto nada así, idiotas? A los hombres les gustan mis fotos,
pero vosotros sois tontos.
María recordaba también que así lo hicieron los hijos del sacerdote y la
maestra, cuando les mostró por primera vez, sus partes íntimas, en la
casa. Ellos se reían con una risa tonta, como si le hicieran cosquillas
a alguien en el cuerpo. A continuación, por lo general no reaccionaban
de ninguna manera. Todo parecía normal, especialmente el hijo mayor, que
ahora estaba estudiando “medicina”. El pequeno mantuvo una sonrisa
tonta, como si fuera un discapacitado. Ni el rubor en las mejillas del
curo, cuando se desnudo a su paso. El cura se precipitó desenfrenado y
María disfruto excesivamente de la reacción del hombre. Así se vengó
ella de Alice, su madre adoptiva, que se creía la mujer perfecta, pensó
María : “¡Ella y sus muchachos ingenuos!”.
En el colegio, sorprendentemente, a las ninas que les enseñó,
muy educadas, les encantó las historias de María y sus consejos.
- Yo les daré instrucciones de cómo hacerse las fotos y enviarlas a los
hombres en internet. Les enseñaré,
que palabras utilizar, que decir a los hombres que se irán enamorandos
de vosotros –dijo María- ellos se convertirán en vuestros esclavos para
siempre.
¿No
veis el gran éxito que tengo en facebook? Cuantos me desean.
Las ninas que habían escuchado diligente, esto no podían aprender en
ningún sitio, no podían leerlo en cualquier libro, ni haberlo oído en
ningún lugar. Las enseñanzas
de María fueron más útiles incluso que los consejos,
que les daba la psicóloga, cuando iban a su consulta y que, como
a spus su hija, ella no sabía de estas cosas.
-Yo sé más cosas que mi madre. Con mis enseñanzas,
vosotras os convertiréis en expertas de los hombres –dijo con arrogancia
María. Vosotros vais a
tratar a los hombres como marionetas.
Las chicas escuchaban atentamente con las bocas abiertas y los ojos
abiertos, como preparadas para no perderse ninguno de los nuevos
conocimientos, que tenían que aprender y que les sería muy útil en la
vida, no con los conocimientos que se adquirían en la escuela.
-¿Qué
os enseñan
estas profesoras tontas, que son inútiles? –dijo María, refiriéndose a
los maestros- pero con mis enseñanzas,
vosotros tendréis un éxito garantizado en la vida.
Pronto, las muchachas traviesas de clase, estaban tan acostumbradas a
María y sus fotos indecentes. Las fotos atraían a los hombres adultos en
internet, necesitaba que les gustase. Las chicas invadieron y rodearon a
la adolescente, porque aquellos la adoraban, como a una diosa, eran
chicas tranquilas, con premios de enseñanza.
Había pocos adolescentes en clase que no les gustaba María y ellos
manifestaban su desagrado públicamente.
-¡María, déjate de tus tonterías! Desde que llegaste, ningún maestro no
puede
enseñar nada los
alumnnos de sus clases. Los estudiantes más callados se convirtieron en
rebeldes, porque no podían aprender. Ellos solo podían hacer cosas
malas.
Las admiradoras de María eran numerosas y de todas las clases del
centro.
La adolescente se hizo amiga de los estudiantes, de diferentes clases,
siendo atraídas desde el primer momento, en que ella era la hija de una
maestra de la escuela y luego los conquistó completamente por lo
inconformista que era la adolescente.
-¡Esta chica es mejor incluso que yo! –dijo la maestra- tiene algo más
con los estudiantes de secundaria, que yo no les doy en el despacho de
psicología de la escuela. Con ella aprenden mucho más rápido y de forma
eficiente cualquier objetivo, además maneja como quiere a todos, ya sean
ninos o adultos.
Diariamente María gastaba enormes cantidades de dinero, ella hacía
pedidos en internet de alto valor, no aprendía, pero tenía una beca por
mérito, pero solo hacía tonterías.
El sacerdote y su esposa pensaban no darle dinero a la chica.
-¡Nosotros debemos
no darle
dinero a ella! Así ella estará más tranquila y que aprenda de nosotros
que son las recompensas –propuso Alice a su marido.
-Es una buena idea –confirmó Ilie. Incluso ella gastaba una gran
cantidad de dinero realizando compras innecesarias.
Pero la adolescente encontró una solución inmediata.
-¿Quieres
que vaya conmigo? –dijo María. Conozco donde guardáis la tarjeta y el
PIN.
La adolescente robo inmediatamente la tarjeta y sabiendo el pin, podía
sacar todo el dinero que estos tenían. Existía una cantidad enorme de
dinero, ahorrado por sus padres en los últimos anos.
El cura y la maestra no habían sonado, que alguien de su propia casa,
podría robar su dinero. Sus hijos habían sido educados de tal modo, que
no tocarían el dinero de ninguna manera. No habrían utilizado las
tarjetas bancarias de sus padres, sin su consentimiento.
- María,
¿Qué
has hecho? Si coges todo el dinero, que nosotros hemos ahorrado de forma
tan dura. En verano no podremos hacer ningún viaje al extranjero y no
podremos comprar nada que necesitemos. Nosotros no podemos –dijo el cura
enojado- por lo menos gástalo en algo útil.
¿Compra
con este dinero algo que realmente necesites?
¿O
juégalo simplemente? como tu has hecho con nosotros.
-¿Cómo
te sientes quedarte sin dinero?
¿Por
qué me habéis adoptado?
¿Para
obtener ventajas? Yo solo siento carencias, yo se que por eso tu eres un
cura. Me dijo esto Ángel, que merecía el trabajo, porque estudio en una
universidad seria, no como tú. Y para que esté Alicia enseñando
en un colegio, ahora cuando está lleno de psicólogos, en todos los
terrenos, y yo les digo a todos que estoy oprimida. Y a tu iglesia –dijo
María a su padre- y en tu escuela –le dijo a Alicia.
La adolescente había comprado ropa de diseño
a unos precios exorbitantes, que ni el cura, ni su esposa, ni sus hijos
se podían permitir. Los miembros de la familia
estaban muy molestos. Pero ellos no sabían qué hacer, cuando en la
tarjeta ya no quedaba más dinero.
La chica de inmediato encontró otra solución.
María llevó bombones al despacho de su madre en la escuela, para
venderlos a los estudiantes de más éxito en la escuela. Sabiendo que era
la hija de la profesora, los estudiantes comprarían todos los bombones
caros y la adolescente ganaría una gran suma de dinero, para sus gastos.
Pero la mayoría de sus ganancias las obtendría de las ancianas
feligresas de la iglesia.
María robó algunas velas de la iglesia, donde su padre era sacerdote.
Fue allí con la excusa de que iba a rezar con diligencia. A continuación
las vendería por un precio más elevado a las mujeres mayores de la
iglesia, declarando enfáticamente que ella era la hija del sacerdote y
que las velas estaban bendecidas por él. Además también pediría algo de
dinero para la iglesia, indicando que era para realizar algunas mejoras,
que debían realizarse con urgencia la construcción del lugar de culto,
por lo que María reuniría una buena suma de dinero para satisfacer sus
necesidades materiales.
“Soy una fuente inagotable de ideas a la hora de estafar y robar” –pensó
ella- “yo uso la psicología más que mi madre y además soy hija del
sacerdote, por lo tanto, siempre puedo conseguir dinero de los conocidos
de mis padres adoptivos, sin ningún problema”.
Ilie, el cura, dividía este con su rol como padre, que quería enderezar
a su hija adoptiva y el hombre atormentado eternamente con las imagines,
que la adolescente le ofrecía a diario. Todo lo que hacía aparecía ante
sus ojos.
-¡Vete al diablo! –dijo el cura. Pero fue en vano, las imágines lo
atormentaban. La joven se acerco con una sonrisa sádica, vengativa,
ofreciendo cierto striptease a su padre, observando la debilidad del
hombre, María disfrutaba tanto de sus tormentos y constantemente probaba
cosas nuevas en lugares diferentes, que le parecía más difícil, caminaba
desnuda en el bano, disculpándose por el error que ella cometía. Lo
hizo, pero deliberadamente mostraba sus formas rubicundas, bien
desarrolladas. De esta manera no solo se vengaba de él, sino
especialmente de su madre y de sus hermanos a los que odiaba a muerte.
Ella, una chica adoptada quería venganza y quería que sufrieran todos
los miembros de la familia. A ellos, sobre todo a ella era a la que más
odiaba; especialmente cuando ellos eran felices. Ella solo estaba
satisfecha cuando había problemas en casa, y más cuando los hubiera
producido ella.
-¿Cómo
está María? –preguntó a Alicia un profesor que rondaba los sesenta años,
que él también había sido un chico adoptado. Mis padres adoptivos
hicieron por mí, todavía los odiaba. Y ellos, a su vez, tenían esa misma
sensación para mí. Una alianza así, no podía tener éxito. Era una
conexión desafortunada, que sufría tanto el nino adoptado, como los
padres adoptivos.
- Y tú,
¿Cómo
lo haces? –preguntó sabiendo que la mujer tenía problemas con la
adolescente.
Ella suspiró con resignación:
- Es difícil, pero nosotros vamos a resistir, tal vez podamos hacer algo
de esta chica y yo he envejecido –pensó trastornada la mujer. En mi
cabello, con toda la picardía de María, ha aparecido un poco de pelo
cano, pero no tengo otra opción, me tinto para poder corregir esta
situación. Pero con las arrugas es más difícil de tratar.
- Pero te estás debilitando gravemente –senaló el profesor.
- Estoy a dieta. Nosotras, las profesoras debemos mostrarnos como las
adolescentes, necesitamos mantenernos –dijo Alicia, orgullosa cuando
explicaba a sus colegas, cuando le preguntaban cómo se había debilitado
y envejecido tanto.
Alicia empezó realmente el tratamiento, que quería, contra la debilidad
y estaba empezando a obtener sus frutos. “Necesito mostrarme como una
adolescente, para no perder a mi Ilie“, pienso la mujer asustada. Y la
profesora estaba tomando de forma constante, pociones, polvos, todo lo
que le había prescrito su nutricionista.
-Estas plantas, no te pueden hacer daño
–dijo él. Yo tomo de vez en cuando algunas, como un poco de planta de
consuelda, es buena para la bilis, para el estómago… a pesar de que es
una planta venenosa.
Sin embargo, Alicia sabía que había una estudiante, que su hermana había
muerto por tomar tés adelgazantes. ¡Tuvo cáncer por ello! Debo adelgazar
hoy, como una sílfide –dijo la mujer, fomentando permanentemente su
tratamiento.
Habían pasado unos meses desde que Alicia hacía las dietas. Había
conseguido una silueta envidiable. Sin embargo, cada vez se sentía peor,
ella no tenía fuerzas, se sentía débil.
Epílogo
“¡Esto es solo el comienzo del final!” –pensó la adolescente feliz,
mirando el cuerpo congelado de Alicia. “¡Los hombres son muy estúpidos
como ella, los míos lo son!”.
Ahora María era la única persona del sexo femenino en la casa.
“¡ Ahora yo voy a manejar como quiera a los hombres de la casa! ¡Ellos
van a hacer exactamente lo que quiera! Ellos harán lo que quiera. Voy a
jugar con ellos entre mis manos. Me vengaré con ellos finalmente, como
hice con Alicia, finalmente por fin, me deshice de ella. ¡Maldita!
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