Laura Calvo responde
“En cuestión: un cuestionario”
de Rolando Revagliatti
Laura Calvo
nació el 7 de diciembre de 1949 en la ciudad de Laprida,
provincia de Buenos Aires, la Argentina, y desde 1980 reside en
la ciudad de Bariloche, provincia de Río Negro. Asistió como
invitada al Festival Latinoamericano de Poesía de Rosario
(1996), a sucesivas Ferias Internacionales del Libro en Buenos
Aires, al Festival de Tango de Granada (2002) y al Festival
Internacional de Poesía en el CCK (FIP 2017). Actúa como Jurado
en concursos de carácter local,
provincial y nacional y en encuentros y festivales en Bariloche.
Es coordinadora de talleres de escritura. Obtuvo primeros
premios y menciones por su obra poética y narrativa. Como
cantautora, grabó dos CD con el compositor Roberto Navarro:
“Poetango” (2002) y “Poetango 2” (2004). En coautoría con
Graciela Cros, Manuel Bendersky y Julio Aguirre se editó en 1992
el volumen “Decimos”
(obra poético musical), así como en 2005 el volumen
“Ventanas a la palabra. El taller de escritura en la escuela”,
en coautoría con Luisa Peluffo. En 2010 se publicó su libro de
relatos para niños “Salto
de página. Aventuras en el cuaderno”. Es autora de las
novelas “Piedras blancas”,
“Anote, querida”,
“La patria de Laurita”
y de los libros de cuentos
“La más grande, la más
oscura” y “Tándem”.
Poemarios publicados:
“Ángel fauno”,
“Conquista del árbol”,
“Poemas perros”,
“Discursos vivos”,
“Un cielo sobre la cabeza
basta” y “Chimangos”.
Además, en 2004, se socializa el volumen
“Poetango”, el que
reúne sus letras de tango, milongas y valses. Fue incluida,
entre otras, en las antologías
“Poesía Río Negro”,
“Perras”,
“Antología poética de
Editora Municipal Bariloche”,
“Abrazo austral”,
“Poesía hacia el nuevo milenio”,
“Antología federal de
poesía. Región Patagonia”.
1:
¿Cuál fue tu primer acto de “creación”, a qué edad, de qué se
trataba?
LC:
Si hablamos de
creación literaria, fue algo que escribí después de ver una
proyección de diapositivas del sur argentino, montañas, lagos,
bosques, campos de margaritas. Yo vivía en un pueblo de la
provincia de Buenos Aires sin relieves de ningún tipo. Tendría
unos diez años y gané una medalla. Lo que más me impactó fue el
centelleo del Lago Nahuel Huapi. Creo que eso me trajo hasta
aquí y aquí me quedé.
Laura Calvo con su hermano Carlos en 1954
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2:
¿Cómo te llevás con la
lluvia y cómo con las tormentas? ¿Cómo con la sangre, con la
velocidad, con las contrariedades?
LC: Con la
lluvia me llevo mal y bien. Me gusta cuando llueve de noche y la
escucho al dormirme. Nunca me gustó “mucho”
la lluvia de día. De chicos nos mantenía encerrados. Te
podías enfermar. Y te enfermabas. De aburrimiento. La lluvia de
verano siempre fue la mejor, el olor a la tierra mojada; tediosa
la de otoño; la de invierno, promesa de nieve, y luego todo
empieza a florecer con la lluvia de primavera.
¿Las tormentas…? Son
fabulosas, aquí en la montaña o en la pampa húmeda, pero que
sigan de largo, todo ese viento huracanado, el agua contra los
vidrios, el techo que cruje...
Con la sangre me llevo
bastante bien, por lo que dicen mis análisis. Choques parentales
no he tenido. A veces me hago “mala sangre”
y me cuesta parar, me acelero, pero eso es otra cosa y tiene
que ver con la velocidad, con que nada se interponga al deseo;
vas ligero y si surgen contrariedades es como andar en un camino
de ripio serruchado.
Con Toto
Assif, Chelo Candia, Adrián Moyano, Susana Amuchástegui, etc.,
en 2016
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Laura Calvo con Carina Juni en 2007
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3:
“En este rincón” el
romántico concepto de la “inspiración”; y “en este otro rincón”,
por ejemplo, William Faulkner y su
“He oído hablar de ella,
pero nunca la he visto.” ¿Tus consideraciones?...
LC:
En muchos de mis
poemas y canciones hablo de la respiración; “inspiración”, a mi
entender, es sólo una parte del proceso que nos mantiene vivos;
la respiración implica inspirar y espirar. En ese ritmo escribo.
Y con respecto a
ese otro rincón, uno de mis últimos poemas, “Confesión”, lleva
como epígrafe una cita semejante a
la de Faulkner. “Nunca ha
visto a Dios/ pero cree que una o dos veces lo ha escuchado”,
de
W. H. Auden.
Escuchar, ver,
respirar. En sintonía, en igualdad de frecuencia entre emisor y
receptor.
Laura Calvo - Foto de Toncek Arko
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Laura Calvo con Alejandra Casemayor
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4:
¿De qué artistas te atraen más sus avatares que la obra?
LC:
Hemingway, quizás.
Laura Calvo en 1993
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Laura Calvo cantando con Eladia Blázquez en 2005
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5:
¿Lemas, chascarrillos,
refranes, proverbios que más veces te hayas escuchado divulgar?
LC: Que hay
que seguir tirando el carro y que de a dos es más fácil.
Laura Calvo en 1998
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Laura Calvo con Valeria Fiala
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6:
¿Qué obras artísticas
te han —cabal, inequívocamente— estremecido? ¿Y ante cuáles has
quedado, seguís quedando, en estado de perplejidad?
LC:
Estremecido, “La guerra
del fin del mundo” de Mario Vargas Llosa. Estremecido y
dejado en estado de perplejidad,
“Orlando”, de
Virginia Woolf.
Laura Calvo en 1994
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Laura Calvo con Víctor Redondo en 1995
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7:
¿Tendrás por allí alguna
situación irrisoria de la que hayas sido más o menos
protagonista y que nos quieras contar?
LC: La vez
que, en un encuentro de poesía, tras mi lectura y aún arriba del
escenario, la anfitriona se acercó a darme un abrazo y su
pulsera quedó enganchada en mi vestido. No podíamos separarnos,
no nos podíamos mover.
Laura Calvo en 2007
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Laura Calvo con Roberto Navarro
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8:
¿Qué te promueve la noción de “posteridad”?
LC:
No sé, no voy a estar. No pienso mucho en eso.
Sí,
intento que mis libros lleguen a las bibliotecas que tanto me
han dado a mí.
Laura Calvo - Nota en el Diario Río Negro, en 2002
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Laura Calvo con Roberto Navarro, Marcos Press y Carlos
Rozycki en 2002
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9:
“¿La rutina te aplasta?”
¿Qué rutinas te aplastan?
LC:
Me gustan ciertas rutinas. Sentarme a escribir, por ejemplo, en
esas horas de la tarde donde el quehacer doméstico está en
pausa. Levantarme a la mañana y desayunar mirando el lago, el
cielo, las montañas que, por efecto de la luz, las nubes o los
vientos siempre cambian. Me aplasta la rutina del supermercado y
pensar qué cocinar todos los días.
Laura Calvo en 1985
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Laura Calvo con su nieta Ambar en 2018
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10:
¿Para vos, “Un estilo
perfecto es una limitación perfecta”, como sostuvo el
escritor y periodista español Corpus Barga? Y siguió:
“…un estilo es una manera
y un amaneramiento”.
LC:
Contesto con algo de Italo Calvino:
“Sólo a través de la
limitación de nuestro acto de escribir, la inmensidad de lo
no-escrito se vuelve legible.”
Y agrego, de Voltaire:
“Todo estilo que no aburra es bueno.”
Laura Calvo en 1992
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Laura Calvo con Osvaldo Bayer y Daniel Welschinger
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11:
¿Qué sucesos te producen mayor indignación? ¿Cuáles te
despiertan algún grado de violencia? ¿Y cuáles te hartan
instantáneamente?
LC:
Los sucesos derivados de la falta de justicia, de la burocracia
ineficiente me indignan, me generan cierto grado de violencia.
La verborragia previsible, la falta de registro del otro, me
hartan instantáneamente.
Laura Calvo en 2016
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Laura Calvo con Roberto Navarro en 2005
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12:
¿Qué postal (o postales) de tu niñez o de tu adolescencia
compartirías con nosotros?
LC:
Galopar en el campo hasta la laguna, buscar huevos de pato,
tero, gallareta, perforarlos con una aguja, ensartarlos como
cuentas de un collar.
Laura Calvo con su prima Piti Díaz Goñi en 1968
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13:
¿En
los universos de qué artistas te agradaría perderte (o
encontrarte)? O bien, ¿a
qué artistas hubieras elegido o elegirías para que te incluyeran
en cuáles de sus obras como personaje o de algún otro modo?
LC:
Tengo una gran afición por los escritores norteamericanos. De
chica me hubiera gustado mucho
perderme en un libro de Mark Twain,
“Las aventuras de Tom
Sawyer”, por ejemplo. Ahora podría citarte unos cuantos más
y me quedaría corta: John Updike, Philip Roth, Dorothy Parker,
Carson McCullers, John Cheever, Richard Yates…
Laura Calvo - Su casa de su infancia
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14: El silencio, la
gravitación de los gestos, la oscuridad, las sorpresas, la
desolación, el fervor, la intemperancia: ¿cómo te resultan?
¿Cómo recompondrías lo antes mencionado con algún criterio,
orientación o sentido?
LC:
Conocidos, me resultan todos, y muy frecuentemente visitados.
Transcribo un poema mío para ilustrar: Nº 40 de
“Chimangos”.
“En las noches de otoño las voces tienden a
templarse.
Por la mañana los agudos crepitan como
hojarasca seca
antes de que el rocío acabe con ella.
A medida que el día avanza se espesan los
tonos graves
para agotarse como velas consumidas hasta
el cabo.
Se ha cortado la electricidad
en la casa en la calle en el club náutico.
Sólo los autos que circulan bordeando el
lago
parecen saber adónde ir.
En la oscuridad sienta bien el murmullo
ascendente
de los motores.
Sólo hay que esperar.
En algún momento la luz vuelve.”
Laura Calvo con Graciela Novellino y Juan Esteban Cuacci
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15:
¿A qué artistas en cuya obra prime el sarcasmo, la mordacidad,
el ingenio, la acrimonia, la sorna, la causticidad… destacarías?
LC:
Descubrí no hace tanto a Muriel Spark [1918-2006], una escritora
inglesa de postguerra con un agudo
poder de observación y un sentido del humor implacable. Voltaire
supo fascinarme con
“Cándido o el optimismo”; pasajes de El Quijote de Miguel de
Cervantes, las novelas de Marguerite Duras, Milan Kundera; el
ingenio, la mordacidad, el sarcasmo…, virtudes filosas que
muchos buenos escritores
comparten.
Laura Calvo con Graciela Novellino y Roberto Navarro en
2010
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16:
¿Qué apreciaciones no apreciás? ¿Qué imprecisiones preferís?
LC: Detesto
las apreciaciones al voleo, las banalidades. Si por
imprecisiones entendemos ambigüedades (un valor en lo
literario), las prefiero a las obviedades.
Laura Calvo con Juanjo Miraglia, Eladia Blázquez y Graciela
Novellino
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17:
¿Viste que uno en ciertos casos quiere a personas que no valora
o valora poco, y que en otros casos valora a personas que no
quiere? ¿Esto te perturba, te entristece? ¿Cómo “lo resolvés”?
LC: Más que
entristecerme me perturba: ¿querer sin valorar? ¿valorar sin
querer? ¿es posible “eso”? Si resolverlo es pensar lo menos
posible en “eso”, seguiré dejándome llevar,
“qué va chaché” …
Laura Calvo con Julio Cacciatore en 1970
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18:
¿El
mundo fue, es y será una porquería, como aproximadamente así lo
afirmara Enrique Santos Discépolo en su tango “Cambalache”?
LC: Está el
mundo semblanteado en el tango de Discépolo, y también hay un
mundo que no es ni será una porquería, ese al que en forma
latente aspiramos; una aspiración, sabemos, que no terminará en
nosotros.
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19:
Por la fidelidad y
entrega a una causa o proyecto, ¿qué personas (de todos los
tiempos y de todos los ámbitos) te asombran?
LC: Mahatma
Ghandi.
Laura Calvo con Luisa Peluffo en 2009
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20:
¿Qué te hace “reír a
mandíbula batiente”?
LC: Las
situaciones absurdas, el ridículo.
Laura Calvo con María Teresa Andruetto
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21:
¿Cómo afrontás lo que
sea que te produzca suponerte o advertirte, en algunos aspectos
o metas, lejos de lo que para vos constituya un ideal?
LC: Mis
ideales me impedirían robar, por ejemplo.
Laura Calvo con sus primas Claudia Alacid y Piti Díaz Goñi
en 2002
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22:
El amor, la
contemplación, el dinero, la religión, la política… ¿Cómo te has
ido relacionando con esos tópicos?
LC: El amor
estuvo siempre sosteniendo todo lo demás. Me permití, viviendo
aquí, espacios de contemplación que ayudan a relativizar el tema
del dinero, los fracasos políticos y de la religión ni hablemos.
Laura Calvo con Paco Redondo y Susana Amuchástegui en 2019
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23:
¿A qué obras artísticas —espectáculos coreográficos, films,
esculturas, música, pinturas, literatura, propuestas teatrales o
arquitectónicas, etc.— calificarías de “insufribles”?
LC: Algunas
propuestas teatrales.
Laura Calvo - Su casa actual en 2019
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24:
¿Qué calle, qué recorrido de calles, qué pequeña zona transitada
en tu infancia o en tu adolescencia recordás con mayor nostalgia
o cariño, y por qué?
LC: La
calle de mi casa en Laprida, San Martín 1126, mi pueblo natal.
La casa, situada frente a la plaza de Salamone, tenía un banco
en la vereda y en las noches de verano, cuando la gente salía a
tomar fresco, se paraba a charlar. Allí estábamos todos: mis
padres, mis abuelos, mis hermanos, mis primos…
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25:
¿Cómo reordenarías esta
serie?: “La visión, el
bosque, la ceremonia, las miniaturas, la ciudad, la danza, el
sacrificio, el sufrimiento, la lengua, el pensamiento, la
autenticidad, la muerte, el azar, el desajuste”. Digamos que
un reordenamiento, o dos. Y hasta podrías intentar, por ejemplo,
una microficción.
LC: La
visión de aquel bosque le desató la lengua; todas esas
miniaturas creadas por su pensamiento cobraron autenticidad y no
hubo sacrificio, ni azar, ni desajuste en la invisible
ceremonia, ni en la danza oficiada para aliviar el sufrimiento
de la ciudad cercana de la muerte.
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26:
“Donde mueren las palabras” es el título de un filme de 1946,
dirigido por Hugo Fregonese y protagonizado por Enrique Muiño.
¿Dónde mueren las palabras?...
LC: En el
aburrimiento.
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Laura Calvo en 2019
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27:
¿Podés disfrutar de obras de artistas con los que te adviertas
en las antípodas ideológicas? ¿Pudiste en alguna época y ya no?
LC: Nunca
pienso en eso si la obra me interesa.
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28:
¿Cómo te cae, cómo procesás la decepción (o lo que corresponda)
que te infiere la persona que te promete algo que a vos te
interesa —y hasta podría ser que no lo hubieras solicitado—, y
luego no sólo no cumple, sino que jamás alude a la promesa?
LC:
Me incomoda, me deja como debiéndole algo a ella.
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29:
No
concerniendo al área de lo artístico, ¿a quiénes admirás?
LC: A mi
abuela materna, aun no habiéndoselo manifestado nunca. Mi
homenaje a ella ha sido través de la literatura. Mi cuento más
premiado, “La más grande, la más oscura”, la tiene como
protagonista, como así también varios poemas.
Laura Calvo en 2009
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30:
¿Tus pasiones te pertenecen o sos de tus pasiones?
Pasiones
y entusiasmos. ¿Dirías que has ido consiguiendo, en general,
distinguirlos y entregarte a ellos acorde a la gravitación?
LC:
Si tuviera que diferenciar pasiones de entusiasmo, diría que las
pasiones son peligrosas porque pueden hacerte perder
perspectiva. El entusiasmo, en cambio, me parece más
controlable, un motor que se enciende y ronronea a lo largo del
camino, parando a descansar cada tanto (aunque para los griegos,
la palabra “entusiasmo”
significara esa locura religiosa donde las Bacantes, para
honrar a Dioniso, se reunían de noche a la luz de las antorchas
y acompañadas de una música de flautas mataban un ternero y se
comían la carne cruda y sangrante).
Laura Calvo en 1995
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31:
¿Qué artistas estimás que han sido alabados desmesuradamente?
LC:
No han sido artistas.
Laura Calvo en el barrio del Albaicín, ciudad de Granada,
España, 2002
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Laura Calvo en 1980
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32:
¿Acordarías, o algo así,
con que es, efectivamente,
“El amor, asimétrico por naturaleza”, tal como leemos en el
poema “Cielito lindo” de Luisa Futoransky?
LC:
Respondo con un poema mío (“El espíritu nítrico” de
“Poemas perros”).
“Por amor a la contradicción
hay quien se burla hasta de las
demostraciones geométricas
(como un triángulo cuyos ángulos
no sumaran tres rectos)
Pero no me asombro de esto
y creo que si el triángulo tuviera
la facultad de hablar diría que el amor
es eminentemente triangular.”
Laura Calvo con Graciela Novellino en 2002
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33:
¿El amanecer, la franca
mañana, el mediodía, la hora de la siesta, el crepúsculo
vespertino, la noche plena o la madrugada?
LC:
El crepúsculo vespertino.
Laura Calvo con Graciela Cros en 1998
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34:
¿Qué dos o tres o cuatro “reuniones cumbres” integradas por
artistas de todos los tiempos y de todas las artes nos
propondrías?
LC: Ya que
hablamos de “reuniones cumbres” de todos los tiempos y las
artes, elegiría, literalmente, cumbres de mis cercanías. Una, la
cumbre del cerro Otto, accesible, no muy alta ni escarpada,
amable. Otra, la del cerro Tronador, bien arriba y con los ojos
atentos a las grietas. Y la estepa, ah, la estepa donde la nada
no es real y hace posible florecer, aún en la adversidad.
Laura Calvo con Graciela Aráoz en 2017
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35:
Seas o no ajedrecista:
¿qué partida estás jugando ahora?...
LC: No
siempre la partida de ajedrez termina en mate. “Tablas”
es el nombre que recibe el empate. Y en eso estoy.
Con Gerardo Gardelín, Juanjo
Miraglia, Eladia Blázquez y Graciela Novellino
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Laura Calvo con Carmen Berenguer en 2017
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Laura Calvo con Carina Juni en 2007
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Laura Calvo con Alejandro Calvo en Macchu-Pichu, Perú, 1998
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Cuestionario
respondido a través del correo electrónico: en las ciudades de
Bariloche y Buenos Aires, distantes entre sí unos 1600
kilómetros, Laura Calvo y Rolando Revagliatti, julio 2019.
http://www.cibertaller.com.ar
www.revagliatti.com
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