Si
alguien me hubiera dicho que era posible volver atras en el tiempo, no
lo habria creido. Pero he aqui, que un dia, experimente esa postura de
una manera muy real.
Por la manana, cuando llegue al centro de la Universidad Politecnica,
llamado “El Leon”, mi jefe de departamento me dijo en cuanto me vio:
- Valeanu, hoy los estudiantes van a realizar las practicas en la
empresa. Va a venir rapidamente el autobus para llevarlos alli.
Obedeci inmediatamente y me dirigi al patio de la Universidad para
realizar las indicaciones pertinentes. Los estudiantes alegres y
comunicativos me esperaban cerca del autobus, les indique que subieran a
el y yo hice lo mismo, ocupando la mitad del vehiculo.
-Suba delante –me invito el conductor, un anciano con figura de
bonachon.
-Si, si, !adelante! –grito y algunos de los estudiantes pensaban que mi
presencia alli les impediria que hicieran algunas payasadas.
-No, yo me quedare aqui –comente, pensando que siempre me gustaba estar
entre los estudiantes, me sentia mejor con ellos.
Los autobuses circulaban si problemas por las calles de la ciudad con la
finalidad de salir de Bucarest. Entonces me quede mudo, pense que ibamos
a una empresa de Bucarest, no sabia que la empresa estaba fuera de la
ciudad. Aparecieron rapidamente los campos de cultivo de cereales
tipicos de las llanuras rurales, en el camino, de vez en cuando veiamos
un arbol frutal perdido en el campo. Pronto entramos
en el primer pueblo, el asentamiento estaba lleno de mansiones señoriales,
construidas una tras otra. Luego llego un centro comercial, yo nunca
habia visto uno antes en la zona rural y menos de ese tamano.
Nuestro camino continuaba por la carretera que iba cruzando los campos.
En un momento dado nos salimos de ella y tomamos un camino pavimentado,
pense que llegabamos a nuestro destino, que nos deteniamos, pero no fue
asi. El autobus empezo a cruzar a traves de los rastrojos, atravesando
el campo, hasta que aparecio una construccion, con algunas laminas de
metal, era extrano que los trabajadores estuvieran en una construccion
tan vieja pero estaba limpio. El autobus se detuvo.
-Esta bien, ya hemos llegado al destino –dijo el anciano- Ya pueden
bajar.
Llegue justo frente del edificio, donde habia una puerta corredera
abierta verticalmente, como en los garajes. Entre y una dama vestida
elegantemente, me tendio la mano mientras se presentaba en voz alta:
-Soy Marilena Inescu, directora de “Antiguos Electronix”.!Bienvenidos!
Espero que disfruten de nuestra compania.
-Dan Mihail Valeanu –le dije, con curiosidad. Volviendome y mirando
donde encontrar una silla donde sentarme y no ensuciarme la ropa, dado
que los sillones estaban muy desgastados, cosa que no existe actualmente
en el pais, todo aquello que tenia mas de veinticinco años
se habia desechado. Aqui, sin embargo, habia sillas de otra epoca, de la
era socialista.
La mujer adivino mis pensamientos.
-Usted puede sentarse alli, en mi sillón
–dijo ella, mostrandome una pequeña
silla, elegante y en buen estado que estaba en un rincon, aunque fuese
de una epoca anterior.
Me sente en la silla del director, de cuero, giratoria y entonces crujio
bajo mi peso, me daba miedo si podia caerme y estuve estudiando como
podia resistir.
Los estudiantes sabian lo que debian hacer, ya habian estado un par de
veces en este lugar. Entraron en la cabina donde se cambiaron y se
pusieron unas batas azules que llevaban impreso el nombre de la empresa
“Antiguos Electronix”. Desde donde estaba sentado, tenia la vista de un
area grande, y estuve analizandolo todo, el local tenia un piso arriba.
A partir de ahi, algunas cabezas aparecieron mirandome, mientras me
estudiaban con curiosidad. Eran los empleados del departamento de
contabilidad de la empresa, que se encontraba en el piso de arriba, que
se accedia a traves de una escalera metalica.
Mirando a mi alrededor, me di cuenta que ese lugar era de la epoca
socialista, las empresas actualmente estaban hechas de una manera
completamente diferente, tenian otras comodidades.
Las mesas de trabajo, antiguas, estaban dispuestas en filas, como los
talleres paralelos igual que en la epoca socialista.
En el enorme hangar donde habia numerosas mesas y sillas, tan viejas,
fueron asignadas a una docena de trabajadores que estaban atrapados
aburridos entre componentes electronicos. De vez en cuando, se veia a
alguno caminando despacio, sin ningun proposito, otros iban
soñadores
a la maquina de cafe. No lo habia visto en muchos
anos, desde que era estudiante, antes de la revolucion. !Increible!
!Habian pasado veinticinco anos y este lugar no habia cambiado! El
ambiente, muebles, distribucion, las personas vestidas del mismo modo,
con la misma actitud… incluso la puerta corredera que daba acceso al
local, con sus escaleras metalicas, es suelo de madera, todo como lo
veiamos antes y estaba exactamente igual que antes. Me fije, que incluso
los muebles eran los mismos donde habia realizado las practicas en mis
anos de estudiante. Las mesas, las sillas, los bancos equipados con sus
abrazaderas y los accesorios, la maquinaria, incluso la plegadora y la
guillotina, las tijeras para cortar la chapa en los banos galvanicos,
cuando se hundian las almohadillas de textolites.
Observe entonces que paradojicamente la gente era la misma, pero sobre
las personas el tiempo habia dejado su marca –su cabello eran blancos y
las caras dispersas estaban surcadas por arrugas, mas o menos,
dependiendo de la persona y algunos tenian un vientre protuberante que
habia aumentado con el tiempo. Incluso habian disminuido de altura como
si hubieran encogido. Vi cada cara, recordando como era un cuarto de
siglo antes, con las caracteristicas
que todavia conservan sin cambios –ojos mas borrosos, quienes habian
perdido su vivacidad, la forma de la cabeza y la cara- y por supuesto el
comportamiento de los empleados era el mismo.
En la hora del almuerzo, todos sacaron sus tarteras con su comida,
exactamente como en tiempos de Ceausescu.
Yo no habia visto desde entonces, alguien que fuese asi al trabajo, con
la comida –estofado con patatas y tomatesquedaron algunos huesos con un
poco de carne de cerdo. Exactamente lo mismo que se sirve a los
trabajadores, despues de que la carne desapareciera del supermercado y
se habian vendido las raciones, se guardo uno que sabia la vendedora
para el que compraba siempre algunos huesos.
En las empresas de electronica y equipos especificos, normalmente se
solian servir productos de comida rapida con coca-cola. Tal vez, de vez
en cuando algun empleado, se llevaba de la casa una poco de fruta, una
ensalada o un sandwich.
Los estudiantes habian encontrado el dispensador de cafe para no salir.
El precio era barato, asi que ellos introducian de las monedas de una
forma continua, para seleccionar cafe o te.
-!Señor
profesor, venga, por favor tome un cafe, es barato!–dijo un estudiante,
mientras me entregaba un vaso de plastico con cafe humeante.
-Gracias, he traido uno de casa –conteste- no bebo mas de un cafe al
dia.
-Pero, no hay ningun problema, senor profesor. Hemos bebido cinco de
nosotros y estamos bien, tiene un sabor especial, no es como el que
bebemos a diario.
En ese momento me di cuenta que el alumno estaba mintiendo, oli haciendo
que penetrara en mis fosas nasales, dilatandose al instante para
comprobar que el aroma era conocido y yo ya lo habia olido antes, era
olor a cafe de achicoria, el llamado “nechezol”. Me acerque con
curiosidad a la maquina y lo reconoci. Era el que mis colegas y yo
tomabamos cuando eramos estudiantes, el cafe que necesitabamos en las
clases practicas.
- !Increible! Me lo imaginaba, estas personas trajeron los muebles, las
herramientas, las maquinas, las cajas de metal desde el centro al campo,
incluso trajeron el “nechezol” de la epoca.
Fui al bano y sobre los lavabos habia jabones de la era socialista,
igual que el papel higienico, el detergente para limpiar el inodoro. A
continuacion vi una puerta de la despensa que estaba abierta, alli habia
almacenado jabon, detergente, mas papel higienico… el mismo desde hacia
veinticinco anos.
Aqui, en medio del campo pantanoso, celosamente guardado por algun perro
callejero habia sido tele transportado a una antigua institucion
socialista.
Legaron las dos y los estudiantes se reunieron rapidamente y subieron al
autobus.
El coche arranco con fuerza en el barro del pantano, dejando el hangar
visitado perteneciente a otra epoca. Regresamos de nuevo a la
civilizacion. Senti melancolia mientras observaba los paisajes
diferentes de los que habia visto al venir, dado que el conductor eligio
una ruta diferente para regresar.
Energia, alegria y exuberancia veia en los jovenes que estaban a mi
alrededor, creaban un ambiente agradable, lo que vieron fue algo nuevo
para ellos y se mostraban fascinados con todo aquellos, sin saber
exactamente por que.
.Quereis trabajar en el futuro en esta empresa?-les pregunte.
-No, señor
profesor, no queremos. Nos encanta esto, solo como practica. Porque es
diferente.
El autobus continuo, pasando por aldeas, pronto entramos en la capital y
aparecieron edificios suntuosos, con altas paredes de vidrio de color
donde tenian la sede las principales empresas de electronica para
ordenadores, construidos en la antigua zona industrial.
Los jovenes vestidos con traje y corbata, en una mano llevaban una taza
humeante de cafe o un cigarrillo surgian desde los balcones o en las
entradas de la planta baja. Siendo agradable la propagacion del aroma.
Era el aroma inconfundible del cafe natural.
-!Increible! Existen al mismo tiempo dos mundos, de diferentes epocas
historicas –la comunista y la actual- a un cuarto de siglo de distancia
–pense –Ahora regresa a la civilizacion.
En un momento dado, aparecio la ex institucion en la que habiamos hecho
practicas los estudiantes para convertirse en un restaurante donde la
mayoria de los jovenes empleados de empresas se podian servir a diario
albondigas y de vez en cuando algunas alitas de pollo frito.
Los siguientes dias, mis estudiantes en diferentes grupos me mostraban
que tenian componentes electronicos de sus bolsillos.
-Pero, .de donde son?-me pregunte maravillado. Entonces me acorde de lo
estresante que era para las mujeres empleadas de la limpieza en la
universidad, cuando los banos fueron traidos de las instalaciones, con
distintos aparatos auxiliares para el almacenamiento para el jabon, las
maquinas de papel, los seca manos muy modernos. Pronto desaparecieron
por completo.
En mi epoca, ningun estudiante no hubiera tomado ni siquiera una aguja
de la practica o de la universidad –pense.“El crecimiento en el espiritu
de obtener el beneficio cambio por completo a la gente”.
-De “Antiguo” señor
profesor –les contente elevando la voz.
- Bueno y por que lo teneis? –me cuestione a mi mismo, con curiosidad
por entender su gesto.
-Nosotros le encontramos un uso. Bostoaca incluso tomo la fotografia al
parecer al empleador ya fallecido y le mostro unas fotos de un hombre
con traje –respondieron los alumnos.
Tome su mano y vi la imagen del ex gerente de la institucion donde habia
hecho las practicas de la universidad, el Sr. Inescu.
Nota: Esto es una historia. El parecido con personas, lugares,
situaciones casi identicas conocidas es solo pura coincidencia.
DR CORNELIA PĂUN HEINZEL
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