Dos poetas norteamericanos
contemporáneos.
Wendy xu – Kyle McCord
Traducción e introducción de
Raúl Racedo
La
tendencia actual en la producción poética norteamericana parece
diversificarse día a día. De hecho, los blogs, o publicaciones de
carácter casi artesanal van in crescendo, hasta el punto de sugerir que
si se contempla el fenómeno a futuro, resulta lógico adjudicarle una
ductilidad mayor.
En tal
contexto, la figura de Kyle McCord aparece cercana a los halagos de la
critica, quien lo ha rodeado con el halo de las evocaciones pues ve en
él (o en sus trabajos) a Shelley, Rimbaud (obvio), Mallarme, Keats y a
(¿su antepasado?) Baudelaire.
Es común
que los críticos comiencen
a girar en círculo una y otra vez hasta jurar y rejurar que han
conseguido interrumpir la
realidad con palabras
galantes o expresiones de grandeza porque
fueron iluminados por el resplandor de la nueva estrella que
brilla en el cielo de la literatura.
De
cualquier modo, McCord se comporta como un buen hombre y agradece con un
Muchas gracias a Brian Mihok, Pared Michael Wahlgren y Gold Wake Press
por haber llevado a cabo tan sorprendente trabajo.
Junto a
Wendy Xu, Kyle es co-fundador del Younger American Poets Reading Series
y co- editor de iO, Diario de la Nueva Poesía Americana.
También
es profesor en el programa Creative Writing de la Universidad del Norte
de Texas
Mas allá
de los datos profesionales,
podría tomarse a la producción de Wendy Xu y Kyle McCord como resultante
de una nueva experiencia. Como toda nueva experiencia, carga con su
cuota de lugares comunes y con su importante muestra de talento.
Wendy
xu
Wendy Xu
es autora del libro Los Poemas del Héroe, publicado en Octubre del
2011.Su trabajo apareció en The American Poetry Journal, en ANTI-,
CutBank , Drunken Boat y algunos otros lugares .
Es
co-editora de iO: A Journal of American Poetry y vive en Northampton.
Auto rojo en el futuro (Red
car in the future)
*
Alumbrando hasta el centésimo camino para borrar
Las
sombras. Lo que está bien.
Porque hay murciélagos en el
altillo
que suenan como personas. Dicen que
Ahí
estuvimos vos y yo. Y que fue bueno por un tiempo.
Dicen que
los vi desvanecerse aunque excepto cuando el control
del
estacionamiento se mantuvo funcionando.
*
Tres
centavos en una cargazón de blancos.
La fuerza
de la intención estuvo; donde cometiste el error
Fue al
llamarme. La fotografía tiene
Sus
trucos. No nos lamentemos. Dejémonos
Decirlo,
dejémonos mirar la fotografía
*
Automóvil
rojo en el futuro que acelera
Hacia el
futuro. La mitad de tu cara reducida
Por una
hinchazón
¿Por qué
el pasa manos puede ser utilizado como señal?
*
Esta
mañana mi mano es igual que un hermoso pájaro que
Anida en
las almohadas; partida por la lluvia, la luz de
Las
enloquecidas ventanas.
*
Y decís
que vas a mantener tu cabeza inclinada.
Esta
ecuación no es una vergüenza, declara que al menos has
Conservado tu cabeza al
reír, y buscar en la foresta el soplo
de la
oscuridad.
*
En el
comienzo estuvimos vos y yo
Sin
hablar. Y entonces la
imagen de un sótano se convirtió
En el
centro de atención.
Dijo que
el automóvil prefiere la luz proveniente de
La
lámpara de la calle; por los innumerables nombres de
su decadencia.
Kyle McCord
Ganador del Orphic Poetry Book Prize en el 2008 con Galley of the
Beloved in Torment.
Flores amargas no mueran
solitarias en un holocausto nuclear
La
posición más difícil para morir durante un holocausto nuclear:
Comiendo
una bolsa de conos solitariamente, mucho después de que todos dejaron la
oficina. Llevar a casa el esqueleto mohoso. Dejar las grampas dispersas.
Y el cartucho de toner sobre
la limpia cáscara de la multitud incinerada en la entrada.
Las
cortinas del Ruan Center cuelgan preocupadas sobre el bar del distrito,
el que fue bautizado por los delincuentes. Yo tenía por costumbre llevar
mujeres a ése tejado.
Mis
miembros crecieron sin aprender demasiado, excepto que
hay un pequeño misterio en el funcionamiento de las cosas.
Lo que
resulta increíble es que el
fermento de levadura tiene como agregado una medida de dopamina que te
será imposible gobernar durante el resto de tu vida.
Porque al
diseñar la tapa de una revista, el objetivo de documentar la vergüenza
no conseguirá activarte como el Señor
¨Resolvamos- este asunto- en-el- lavarropas.¨
Corrección:
La peor
posición para morir: en el interior del sótano ubicado debajo
del placard de una bailarina exótica -como Jenny Holden-, la de
séptimo grado, quien fue, de cualquier modo,
familiar para mí.
Lo peor
del final es el deseo
por cualquier otra
cosa que ya hayas tenido;
el cuarto en el que mi hermana y yo mirábamos el cielo de coral que se
desplazaba como una visión. Muffin, el cocker spaniel; y ese libro de
cocina en el living; ésta sopa de minestrón- El cielo y la tierra
pasarán, pero estas palabras nunca pasaran
Canción de Amor en el estilo
Ramona
Hiciste
la tierra de los muertos demasiado larga y, eventualmente,
llegaron los delirantes chicos.
Yo amaba la manera como
apilabas
tus
víctimas en el álbum de fotos. O cuando apretabas mis esqueléticos
muslos.
Yo amaba
a las tontas masas que te amaban.
¨Ellos no
tienen decencia-decías.
Para
nosotros, quiero frazadas, de gatos negros -dije yo.
Porque
aunque la brisa haya podido desalojarnos de nuestros cuerpos, la
indefinida arena morada de
Big Sur coagulará mis sueños.
Quería
llamarte desde la playa.
Lo hice.
Una mota de pasas frente a una eternidad de acantilados.
Veloces
imágenes sosteniéndose sobre su propio cuerpo, tal cual vos lo hacés en
los sueños cercanos a la muerte. Te ves tan tonta con el negro -azulado
de la tintura para el pelo que ha salpicado tu almohada con violetas. Yo
soñaba con traducir esas flores en un lenguaje tardío , pero tu arte,
con su intensidad sexual,
electrificó a la comunidad de los muertos vivos.
-Abraham
Lincoln con sus botones dorados comienza a arrancarte la blusa. En
tus plumas para los ojos,
aparece la clara y eterna
diosa erótica. Por supuesto, eras rusa. Por supuesto, la muerte
no discute sobre tales cosas, dijiste. Lo admito, la muerte no tiene
palabras amistosas; sin
embargo tiene miles de palabras para los ciegos.
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